
Así, veremos en el escenario situaciones que responderán a esas preguntas que todos nos hacemos: ¿Por qué los bancos hace poco tiempo concedían créditos a todo el mundo, y ahora han pasado a no sólo no concederlos, si no a dedicarse a pedir y pedir y pedir como un mendigo en la puerta del Pilar a la salida de misa de doce? O ¿qué significa exactamente el copago en la sanidad? ¿Funcionarán a partir de ahora los médicos de la Seguridad Social como los televisores de los hospitales, echándoles monedas? ¿Y los medios de comunicación? ¿Eh? ¿Qué pasa con ellos? ¿No estarán haciendo una siniestra campaña para hacer sentir al ciudadano medio culpable de esta puñetera crisis? ¿Y los gobernantes? No, en serio. ¿Qué hacen nuestros gobernantes, además del mayor de los ridículos cada vez que salen a Europa? ¿Cómo es su intimidad? ¡Qué temazo! ¿No?
En fin, una conferencia fuera de lo común, aunque seguramente Erik tampoco se va a encontrar a un público común en el teatro. De hecho, nuestro pobre sueco se va a topar con una señora capaz de desesperarle. La típica señora a la que estamos acostumbrados por estos lares, pero que no es tan común allá por Estocolmo.
Un espectáculo lleno de humor somarda, meloneces varias y carcajadas de esas que te cabe un pan por la boca, con dos actores y multitud de personajes, incluidos "un padre y una hija muy majica de cara".
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